La Declaración de Bilbao fue el resultado de una reunión de trabajo que celebró,
la víspera de la sesión de clausura, un grupo de expertos representativos, formado por algunos ponentes generales y organizadores del Encuentro. El obligado y necesario consenso dio lugar al documento que fue leído y dado a conocer a la opinión pública mundial en el Acto de Clausura del día 26 de mayo de 1993.
No obstante, el propio grupo de trabajo asumió como provisional la versión
entonces difundida, al tiempo que se comprometió a continuar la tarea de reelaboración de la Declaración, con el fin de matizarla y completarla, en su caso, para aprovechar así al máximo los importantes frutos científicos del Encuentro. El documento que se reproduce a continuación constituye la versión íntegra y definitiva de la I Declaración de Bilbao.
El grupo de expertos que se responsabiliza de esta Declaración, es el siguiente: Jean Dausset, Premio Nóbel de Medicina (1980); Carleton Gajdusek, Premio Nobel de Medicina (1976); Santiago Grisolía, presidente del Comité de UNESCO para el Proyecto Genoma; Michael Kirby, presidente del Tribunal de Apelación de la Corte Suprema de Nueva Gales del Sur, Australia; Australia; Aaron Klug, Premio Nobel de Química (1982); Noëlle Lenoir, miembro del Consejo Constitucional, París, Francia; Rafael de Mendizábal, magistrado del Tribunal Constitucional, Madrid; Juan Bautista Pardo, presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco; y Carlos María Romeo Casabona, director de la Cátedra de Derecho y Genoma Humano de la Universidad de Deusto (Bilbao).
